La charla del periodista Fernando Garea ha cerrado el programa de ponentes de este Congreso de Periodismo de Huesca. Este veterano profesional ha renegado de instalarse en la queja, pero ha querido destacar las tres graves crisis a las que se enfrenta el periodismo: “Tecnológica, económica y profesional”, ha enumerado. Esta situación “se ha agravado con la pandemia”, ha dicho, y no sólo por sus consecuencias económicas sino por la pérdida de “la información presencial y el periodismo que yo denomino de la paciencia, la distancia dificulta el periodismo”. En este sentido ha llamado a los periodistas a defender la dignidad de la profesión y a recuperar su capacidad de influencia: “No deberíamos permitir las ruedas de prensa telemáticas, sin posibilidad de preguntas, ni aceptar que no se responda a algunas de nuestras cuestiones; si eso ocurre, el siguiente periodista debería repreguntar”.
Igualmente ha subrayado que “no hay que abusar del periodismo declarativo, importa más lo que hacen los políticos que lo que dicen”, y ha lamentado que “por la polarización, cada vez que damos una noticia, se escruta no por su veracidad, sino por si perjudica a uno o a otros”.
Garea ha trasmitidos sus dudas sobre si “hemos informado bien de esta pandemia, sobre todo a los más jóvenes, sin mostrar cadáveres”, y convocó a un debate general “en el que no falten los estrategas de comunicación” de esta crisis sanitaria.
El que fuera director de EFE, ha recordado que “hace 20 años se compraba el periódico, la información llegaba a los diarios por agencias, y ahora todo es distinto, el contenido llega de todo el mundo a través del móvil”. “El cambio a ese mundo de las nuevas tecnologías es el que faltaba en EFE cuando yo llegué” ha señalado. Ha explicado que su proyecto perseguía llegar a las plataformas de contenidos, buscar otras narrativas, volcarse en el multimedia, crear equipos de verificación, o el uso de inteligencia artificial para la elaboración de textos basados en datos básicos… “no para sustituir al periodista sino para librarlo de buscar datos en bases”. Esta renovación quedó sin hacer por su destitución y ha reclamado la reforma legal del procedimiento para la designación del director de EFE “que no debería realizarse por el Gobierno sino por acuerdo parlamentario”, porque, afirmó “los poderes políticos no entienden que un medio público se debe no a quien le ha nombrado, sino a toda la sociedad”.
Garea ha echado la vista atrás para recordar cómo aprendió en sus inicios “el valor supremo de un titular y a escuchar a quien más te debate” y señalar que “nada tiene comparación con la emoción de publicar una exclusiva”. Finalmente, ha invitado a todos a buscar lo que interesa a la audiencia y a utilizar los nuevos canales de comunicación para llegar al público más amplio posible, especialmente a la población más joven.